El nuevo dominio del gato negro (esto no es un relato, pero casi)

Tyler_Dominios¿Cómo no se me había ocurrido antes? Dos largos años buscando la forma de extender las garras de mi blog a los cuatro puntos cardinales. Meses y meses de conquistas y derrotas, como en una interminable partida de Risk. Y esta mañana, dándole vueltas a aquella frase ochentera que decía “la fama cuesta”, por fin he caído en la cuenta: para llegar a dominar la blogosfera en lo literario, el primer paso es hacerme con un dominio propio más allá de estas cuatro paredes. Uno a partir del cual expandirme y llegar, por fin, a tierras remotas como China, Mongolia, Nueva Zelanda, y, por supuesto, Groenlandia.

Esta vez sí. Después de hurgar en los pocos calcetines sin agujeros que tiene mi humano, he reunido lo suficiente para realizar la inversión. El blog anteriormente conocido como «lacariciadelgatonegro.wordpress.com» pasa a ser a partir de hoy lacariciadelgatonegro.com a secas. Fijaos en la dirección que aparece en vuestro navegador… ¡Oh! Mucho más glamour y personalidad. Se acabaron los engorrosos anuncios que afeaban mis entradas. Y lo más importante: la posibilidad de mejorar el posicionamiento en los buscadores para acercarme a nuevos horizontes y poder marcarme, a no mucho tardar, un baile con el globo terráqueo como el de Chaplin en El gran dictador.

O eso o un engañabobos más. No importa, ya está hecho.

Un nuevo paso en el imparable camino hacia las presentaciones de mis futuras novelas, charlas, galas, premios, poliamor, hedonismo, algún problema con la justicia por esconder fortunas en paraísos fiscales, conocer personalmente a mis ídolos (de los cuales en adelante yo seré ídolo),…

Para celebrarlo, en las próximas semanas, además de algún relato nuevo que está a punto de salir de la chistera, publicaré una entrada con los relatos olvidados (los primeros del Gato Negro, aquellos que la arena del tiempo ha enterrado a los ojos de la mayoría de vosotros) y otra con los relatos más exitosos cuya repercusión me abrió las fronteras de lugares como Mozambique, Sri Lanka, Curazao, San Cristóbal y Nieves o Kuwait.

Mientras tanto seguiré, tranquilamente y con el aura de la elegancia felina,  divisando desde esta atalaya mi nuevo dominio y recreándome en lo que está por venir.

¡Miau! (Continuará…)

36 comentarios

    1. Hori da, pixkanaka, teilatuz-teilatu.
      Cuando te decidas, si quieres, te contaré qué tal ha sido mi experiencia. De momento sólo una dirección más corta y personalizada y librarme de los anuncios.
      Te contaré los beneficios que le encuentre a este nuevo dominio.
      Mientras tanto, te animes o no, te leeré igual.
      Eskerrik asko ta besarkada haundi bat!

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  1. Como soy una gata con pocas pretensiones, me conformo con callejear por mi barrio, no creo que mis maullidos lleguen más allá de cuatro calles…
    Andoni, ya me contarás qué tal te va, si ya te leen en Groenlandia y si se te escucha en Australia. Que sí, que seguro que estás mejor.
    Un abrazo.

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    1. Seguro que esto del dominio personalizado no me ayuda a llegar hasta los iglús, pero… y lo bien que me lo paso imaginando a un inuit que después de un gran día de pesca bajo el hielo se pasa por una base científica cercana donde le dejan conectarse un rato a internet a cambio de pescado fresco. ¿y qué hace el inuit en internet? ¿Busca resultados de futbol o curling? Nada de eso. Entra en La caricia del gato negro deseando encontrar un relato nuevo, cosa que ocurre cada cierto tiempo debido al ritmo de producción lento del autor. Pero las veces que al entrar encuentra un relato fresco como su pescado, siente esas mariposas que se sienten con 16 años al llegar al kiosco y ver que el número nuevo de tu tebeo favorito por fin ha llegado. Y lo lee y lo disfruta si saber que el relato no es tan bueno en realidad, es el traductor automático «castellano-inuit» el que, casi por arte de magia, lo hace verdaderamente bueno.
      Necesito llegar a Groenlandia, Estrella, o esto no ocurrirá nunca!! Je, je, je, je

      Mientras tanto seguiré disfrutando de nuestros maullidos de corto alcance. Sin duda.
      Un abrazo grande, amiga.

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      1. Seguro que ese traductor no se puede comparar a tus relatos y el inuit ese que te lee «lo sabe» por eso te sigue y espera con impaciencia otro relato más.
        Yo también te sigo, como el inuit y sin traductor, que es un ventaja, te leo en estado puro, sin contaminar…
        Un beso y espero que no solo llegues a Groenlandia, también a Australia, a China y a la Antártida y seguro que en la estación espacial se matan por leerte los primeros…

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  2. Primero ¡Felicitaciones por tu nuevo dominio!, y éxito en la conquista del mundo virtual y físico 🙂 una entrada muy divertida…ehhh ¿paraísos fiscales? Tengo un deja vu,¡cierto! es lo que pasa por estos lares. Muy ansiosa por leer tus antiguos relatos y es obvio que te convertirás en un ídolo de masas…mi gata Mandy te lo acaba de pronosticar (es una pitonisa) Saludos Andoni 🙂

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    1. Mandy y Coremi, que vuestros buenos augurios se cumplan y se apliquen también a vosotras. Y mientras nos convertimos en ídolos de masas (aunque sólo sean ectoplsamaticas), seguiremos divirtiéndonos por el camino y aprovechando el tiempo que nos queda libres e inocentes de fraude fiscal. Eso seguro.
      Un abrazo.

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    1. Sexante… Gran palabra y precioso artilugio. Un microrrelato en sí mismo.
      Gracias Sergio. Una suerte tenerte por aquí ojo avizor y dispuesto a leer estas historias raras que surgen tras la caricia del gato negro.
      Un abrazo.

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