El desconocido estaba sobre ella. Se movía despacio pero con firmeza. Con cada empujón ella sentía un mayor placer. Al borde del éxtasis, todo se volvió confuso. El hombre desapareció.
Aquella mañana sor Isabel despertó entre sudores. Los muslos le ardían y apretaba las piernas una contra otra. Sintió una mano que la zarandeaba.
—Despierta hermana —susurró una débil voz de mujer. Era sor Margarita—, mañana tendrás que volver a confesarte.
—Descuida, mañana visitaré el confesionario.
Trató de dormir, pero un pensamiento no la dejaba tranquila. Cada vez se repetía con mayor frecuencia aquel sueño. Siempre era el mismo hombre. No le conocía. Se preguntaba si sería el muchacho de la estación de autobuses. Hacía diez años de aquello: aún no contaba con la mayoría de edad y estaba realizando el viaje que la llevaría al convento de las Siervas de María, tal y como sus padres decidieron. El periplo hacia el norte era largo y en un descanso que hicieron para comer, aquel joven la engatusó y la llevó a una casa abandonada cerca del área de servicio. Había oído que la primera vez siempre dolía. Ojala hubiera sido así.
Durante los años que estuvo en el convento, se esforzó por redimir aquel acto impuro dedicándose en cuerpo y alma a servir al señor y a cuidar de los ancianos enfermos que ocupaban el primer piso.
Al amanecer, se levantó, se vistió los hábitos y tras la oración personal y el desayuno, se acercó al confesionario. Rezó los avemarías de rigor y siguió con sus labores.
Después de visitar a los enfermos, al mediodía, se dirigió al jardín para realizar las tareas de limpieza que le correspondían. Cuando llegó, se sorprendió al ver a un hombre con el torso desnudo manipulando la fuente del jardín. Era moreno y fibroso. Tenía una barba de varias semanas. Su piel tostada, empapada en sudor, refulgía en vivos destellos dorados.
—Pobre alma. El calvario que estará pasando con este calor…
Sor Isabel se sobresaltó. Tan absorta estaba observando a aquel hombre que no se había percatado de que detrás de ella estaba sor Dolores.
—Iba a venir pasado mañana —continuó la hermana—, pero se ve que ha aplazado otra faena pendiente para arreglar primero nuestra cañería. Jesús se llama, como nuestro padre. Resulta que es portugués de nacimiento. De Nazaré ni más ni menos. Jesús de Nazaré ¿Será posible? Seguro que es un bendito. Hasta barbita tiene como el hijo de Dios.
Sor Isabel no podía apartar la vista de aquel portugués. Un cosquilleo itinerante le recorría el cuerpo turbando sus sentidos.
—Sí, pobre… Le llevaré una limonada bien fría para que pueda aliviar estos calores.
Cuando volvió al jardín, observó que Jesús transportaba una cañería de unos dos metros sobre los hombros, detrás del cuello. La sujetaba apoyando sobre ella ambos brazos extendidos en cruz.
Ella visualizó el martirio. A los romanos golpeándole, fustigándole y lanzando todo tipo de objetos contra él. Ante aquella horrible visión solo podía pensar en el cosquilleo, cada vez más intenso, que se había instalado ya en el interior de sus muslos. Trató de serenarse: se apoyó contra una columna y respiró profundamente. Casi lo había logrado cuando escucho una voz profunda y de acento exótico.
—Hermana, ¿no tendrá un paño para dejarme? Fíjese la sudada que llevo —acentuó sus palabras deslizando la mano derecha desde el pectoral izquierdo hasta el curtido abdomen. Sonrió con lasciva seguridad.
Los calores volvieron a sor Isabel como si las puertas del infierno se hubiesen abierto de par en par.
“Debo irme o caeré en la tentación”, pensó.
—Claro, acompáñeme. —dijo.
Guió al hombre hasta la sala de baños a sabiendas de que nadie pasaría por allí en horas de labor.
Cuando llegaron, Jesús se detuvo frente a Isabel y habló con su penetrante mirada. Ella mantuvo los ojos clavados en los de él.
—Escucha, eres muy joven, ¿no te sientes sola aquí? Lo he visto en tus ojos, sé que deseas…
Isabel le tapó la boca con la mano, sintiendo en la yema de los dedos el cálido tacto de aquellos labios carnosos.
—No digas nada. Ya has hecho mucho por todos nosotros. Deja que cure tus heridas.
Pasó el paño por el pecho de Jesús ante el asombro de éste. Después secó sus brazos, luego el abdomen y finalmente se agachó para secarle las piernas. Bajo el pantalón corto algo comenzó a moverse en continuos espasmos, justo delante de los ojos de Isabel. Ella le abrazó apretando la cara contra el bajo vientre del hombre sintiendo los arrítmicos latidos en sus mejillas.
El deseo era irrefrenable. Isabel sólo quería sentirlo cerca. Dentro de ella.
—Señor, no es justo el sufrimiento por el que has pasado por nosotros. Te compensaré por el calvario, en nombre de todos tus hijos. Faltaré a mis votos por ti. Por toda la humanidad. Ese será mi sacrificio.
Jesús no entendió nada hasta que vio que Isabel se incorporaba y se levantaba la parte de abajo del hábito enseñando unas bonitas y delgadas piernas. Él, sin perder tiempo, se quitó los pantalones. La monja ya se había desprendido de los bajos. Se tumbaron en el suelo, él debajo, ella encima. Isabel buscó sofocar rápidamente aquel intenso incendio pero no atinó. Fue la mano de Jesús, más diestra, la que señaló el camino. Entró con cuidado en ella. Isabel sentía que por fin se calmaban sus ansias. Comenzó a moverse con suavidad, sintiendo cada centímetro de piel dentro de ella. Después aceleró los movimientos, buscando con más firmeza aquello que anhelaba. Sintió los espasmos de Jesús, la dulce agonía y la calidez con la que su cuerpo se fue derramado dentro de ella. Entonces la invadió el éxtasis, como si todas las caricias que nunca recibió se hubieran juntado en una sola. Se desplomó sobre el pecho de Jesús.
Al día siguiente Isabel estaba exultante. Sor Ángela insistió en lo suave que parecía su cutis y sor Margarita le dijo que la veía radiante, como si el mismo padre de la creación la hubiese tocado con su gracia. El desayuno le supo a gloria, disfrutó del trabajo y rezó con más intensidad que nunca. Aquel día todas sus fogosas plegarias fueron para Jesús de Nazaré.
Andoni Abenójar
Bueno, como cristiana que soy, me pareció un poco ofensivo :/, mas reconozco que esto fue honoríficamente genial!!! Atrapada desde la primera linea. Parece que me tendrás por aquí por un buen tiempo. Saluditos …
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Bienvenida Marifa y muchas gracias por dar una oportunidad a esta historia a pesar de tener algún matiz negativo para ti. Me alegra tu crítica honorífica positiva jejeje
Un placer tenerte en La caricia del gato negro, la puerta estará abierta siempre que quieras pasarte. Un abrazo.
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Amén. No hay nada mejor que auxiliar a quien necesita ayuda, dar de beber al sediento y alimento al hambriento. Y ya se sabe, que no solo el cuerpo necesita ayuda. También el alma y si se trata del mortal Jesús, bendita sea 🙂 🙂
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Amén, Mag.
y amen. también 😉
Un gusto tenerte por aquí de nuevo. Abrazo.
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¡Fenomenal!
Adonis, lo disfruté desde el título…
Extraordinaria forma de aliviar el sufrimiento de Jesús. Ella ha de haber recibido una gran indulgencia por tal sacrificio.
Un saludo.
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Merecida la indulgencia después de tan grande sacrificio, Viviana 😉
Gracias por visitar una vez más La caricia del gato negro. Me alegra que hayas disfrutado el relato.
Sin duda, me tomaré como un cumplido ese cambio de nombre de Andoni a Adonis jajajaja
Un abrazo
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Jajajajaja, ¡¡¡Perdón!!!! Andoni…
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Perdonada, por supuesto. Indulgencia para todos. 😉
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😂😂
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Sin duda serás un escritor censurado y prohibido por la Iglesia!! Lo cual asegurará una enorme y rápida difusión!😉😉
Me ha encantado. Bien escrito y con elementos que enganchan al lector desde la primera línea. Felicitaciones!
Saludos
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Muchas gracias María. Que conste que lo polémico del relato no es por estrategia de marketing. Soy una auténtica alma descarriada… 😉
Bienvenida a La caricia del gato negro. Un lujo tenerte por aquí.
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Visto lo visto ( mejor dicho, leído lo leído😉), el placer será todo mío.
Saludos
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Vaya con la monja. Qué excusas se mete… .
Me ha gustado mucho cómo has relatado la historia. Eres bueno en los detalles eróticos.
Te seguiré leyendo y, agradezco que me leas también. Cuándo gustes puedes hablarme por e-mal si te apetece.
Saludos,
Noa
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Hola Noa. Gracias por tu mensaje y por pasarte por La caricia del gato negro. Un placer tenerte por aquí.
Ya estamos conectados (acabo de suscribirme a las notificaciones de tu web 😉 ).
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Vuelvo de buena mañana por aquí… . Te he nominado para un reto;
http://www.hiddenwords.es/2016/08/libros-encadenados-i.html
¡Un beso!
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Hola, Andoni… Jejej… Escribes muy agradable… ¡¡Estuvo muy entretenido el relato!! Un poco irreverente, pero jocoso, y capta al lector rápidamente… ¡¡Feliz fin de semana!! Nos leemos, por supuesto que sí… 🙂 ¡¡Abrazo!!
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Gracias Luz, por la visita y por tu comentario. Un gusto tenerte aquí. ¡Abrazo y feliz fin de semana!
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¡¡Con todo gusto!! Graciaaas… 😉 🙂 Otro abrazo para ti…
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Retribuyo visita a mi blog y agrego el tuyo a mi lista para estar atento a tos publicaciones.
Ni bien lea te comento tus escritos.
Saludos.
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Bienvenido Raúl. igualmente. Nos leemos.
Abrazo.
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Andoni… convencido ya estoy rezando y con el ojillo isq. mirando las olimpiadas y el derecho mirando que un tal j. a. Ordiz transmite un partido de Sant marin desde Asturias oh dios! saludos j re
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¡Je je je!
Bienvenido Juan. Un placer tenerte por aquí. No cabe duda de que tienes potencial multitarea en proporciones similares a la polivalencia que muestra el señor Ordiz.
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Ordiz es el santo al que peregrinar a la gruta cada tanto y salir de alli reconfortado con ¡el milagro! saludos j.
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Deliciosamente atrevido.
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Gracias Melba. El atrevimiento siempre es delicioso, sobre todo cuando es bien recibido 😉
Saludos!
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Estupendo, Andoni. Creo que es el mejor relsto erótico que leí en la bloggósfera. Las asociaciones con lo relatado en la biblia le suman mucho. Bravo.
Saludos.
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Gracias Raúl. Me alegran tus palabras y tu presencia y lectura en La caricia del gato negro.
Saludos.
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Vale, me atrapó el relato. Me gustó muchísimo.
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Me alegra que te guste. Un placer tenerte por aquí y un placer leer tus escritos.
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Por cierto, me gusta el nombre de tu blog. Me encantan los gatos.
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Muchas gracias y bienvenida. Yo también soy muy «felino», de hecho, el blog toma el nombre de la primera entrada que publiqué en el blog: un microrrelato que otorga a los felinos un papel fundamental en esto de imaginar historias y escribir 😉
Un abrazo.
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¡¡Totalmente increíble!! Me encantó.
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¡Gracias Sarahí! Bienvenida a La caricia del gato negro.
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¿Y cuándo terminó la plegaria dijo amén sin tilde?
Menuda historia, me gusta mucho
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Si no lo dijo, al menos, seguro que lo pensó. Gracias por tu visita y comentario Maximiliam!
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Lo primero darte las gracias por pasar por mi página web, y después y con tu permiso, decirte que por aquí me quedo.
Ha sido un placer adentrarme en tus letras… Dicen que a la tentación hay que de dejarla correr, pero despacio, para poder atraparla… Sin duda alguna, hay tentaciones como esta que nos muestras, que hay que disfrutar con la intensidad que merecen 😉
Lo dicho, un verdadero placer.
Te dejo el enlace de mi blogspot, allí podremos interactuar, pues a través del wix.com que has visitado, no es posible.
¨http://ginebrablonde.blogspot.com”
Mil Bsoss!!
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Por supuesto, quédate, tienes mi permiso y también mi agradecimiento. Un placer tenerte por aquí y poder visitar tu hueco y leerte.
En un sitio y en el otro nos encontraremos. Besazo!
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¡Hola, Andoni!
Primero que nada, quería agradecerte que te pasaras por mi rinconcito y que te animaras a seguirme, es un placer tenerte en mi humilde morada y mis textos y yo siempre te recibiremos con los brazos abiertos. Me alegro de que te hayan gustado mis entradas y de que me hayas descubierto, porque gracias a ello he podido descubrirte yo a ti. Y en serio que ha sido un placer…
En cuanto al relato, ¡vaya relato! Entré por curiosidad, para ver quién se escondía detrás de esos «me gusta», y has acabado por atraparme completamente con estas palabras. Agüita con la monja jeje… Creo que es de los mejores relatos eróticos que he leído, sobre todo por la originalidad y el atrevimiento, no es fácil escribir sobre temas que sabes que pueden molestar a ciertas personas, pero tú lo has hecho y me parece estupendo. Así que muchas gracias por compartir tus bellas palabras, espero pasar por aquí a menudo.
Por cierto, me encanta el nombre de tu blog, siempre he tenido un gran amor hacia los gatos negros.
Un abrazo
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Muchas gracias por tus bonitas palabras Julia! (las que aquí me dedicas y las de tus escritos en tu blog).
La verdad es que ha sido un placer encontrar y sumergirme en tu rinconcito. Como sor Isabel, no podré resistirme a la tentación y tendré que visitarte a menudo 😉
Compartimos también ese influjo que ejercen sobre nosotros de los gatos negros. En el primer microrrelato que subí a este blog (y que le da su nombre al mismo) habló sobre esos felinos y su papel fundamental en la creación literaria.
Nos leemos. Un abrazo!
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Ave María purísima….paso a confesarme.
Mañana mismo tomo los hábitos visto en plan que hay en algunos conventos.
Extraordinario lo primero que leo fruto de tu pluma gatuna.
Y lo gracioso es que me encuentro entre tus comentaristas a gran parte de mis descarriadas ovejas!!
Juanre, Melba, María….al final somos un hatajo de pecadores por dios. De rodillas estoy ya!
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…Sin pecado concebida
Pero hermana, ¡por Dios! No se arrodille en este blog pagano, no vaya a llevar a alguien a malentendido. Oculte, al menos al principio, los verdaderos motivos por los que ha decidido vestirse los hábitos.
Muchas gracias por tus palabras y por visitar La caricia del gato negro. Tú y todos los miembros de esa pandilla de pecadores sois más que bienvenidos.
Y con un abrazo…
…Ego te absolvo.
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Sin penitencia ni nada?? Ni un cilicio, ni flagelos?
Qué clase de confesión es esta??
P.D. Lo de arrodillarme era intencionado pero no se lo digas a nadie…
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Flagelos tal vez… Y por lo demás, no se preocupe hermana. Quedará protegida bajo el secreto de confesión (de esta nueva modalidad de confesionario).
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Tremendo relato amigo, muy bueno.
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Gracias Gustavo! Un placer tenerte por aquí. Y tengo pendiente leer tus relatos (en cuanto tenga un rato les meto mano).
Un abrazo.
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Excelente, igual te leeré gracias.
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Me requete-encanta!!!!! Intensidad hasta el final, hasta ganas me dieron…de conocer al tal portugués, jajajajajaja!!
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Bueno, siempre puedes escribir una continuación… Quien sabe la cañería de qué casa tenía que reparar Jesús el portugués después de pasarse por el convento… 😉
Muchas gracias por la visita, la lectura y el comentario. Un gusto tenerte aquí y poder visitarte por Ahuanda.
Un abrazo.
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Jajajaja, ¿sabrá mejor la segunda parte? Un gusto igual, nos leemos 😀
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Me encantó, así que lo rebloguearé en el blog de rebloguear :)))) Casi casi que me dan ganas de irme a un convento.
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Jajaja
Hablaré con Jesús, el portugués y le preguntaré por qué zona trabaja ahora, así acertarás al elegir convento… 😉
Muchisimas gracias por el reblogueo!!
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Reblogueó esto en solo reblogueo.
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Adelante! Muchas gracias!
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Muy bien escrito, me atrapó desde el primer momento.
Tienes una nueva lectora que se pasará a leer cada una de tus entradas 🙂
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Muchas gracias Paula. Un placer tenerte aquí. Nos leemos en nuestros respectivos recovecos literarios. Un abrazo.
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Buen día! Somos solamente hombres y mujeres con los mismos apetitos .
La abstinencia se le ocurrió a un viejo que mandaba en la iglesia y para que lss pertenencias de monjas y curas quedaran en la iglesia se le ocurrió que no se podían casar.
Ahora está de moda la teoría que María Magdalena fue la esposa de jesús y si la política eclesiática no traba va a haber un cambio.
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Bienvenida sea toda apertura. Gracias por tu visita, Luis, y por dejar tu comentario.
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Viniendo, me has dado la oportunidad de leerte; la curiosidad ya me ha matado unas cuantas veces así que era sólo cuestión de tiempo. Saludos, nos leemos.
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Bienvenido y muchas gracias por tu presencia en La caricia del gato negro. Un placer tenerte por aquí y un placer disfrutar de tus poemas.
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Si no la uso a quien se la cedo. Este tipo me ha puseto en un compromiso! saludos j re https://bcnexpres.wordpress.com/2016/08/23/hoy-comienzan-a-salir-las-invitaciones-para-algunos/
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Gracias por pensar en mi Juan re. Aunque será difícil que pueda aprovecharlo. Abrazo.
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Comprendo…
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¡Ay, cuánto pecado arrastra quien se dedica a arreglar cañerías! Fuera broma, es un relato excelentemente escrito, claro, certero, con el pulso firme desde la primera línea. Gracias por compartir.
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Gracias a ti por la lectura, David. Un placer tenerte por aquí y compartir escritos en ambas direcciones.
Saludos.
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Tan solo se me ocurre decir una cosa!!! Wowwwww!!!!😋
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Después de haber leído algunos de tus escritos en Placer Oral, ese «Wow» es para mi un gran cumplido 😉 . Gracias por la lectura y el comentario. Un abrazo.
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Muy buen relato, me atrapaste desde el principio, describiste genial ese sucumbir al deseo.
Saludos.
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¡Muchas gracias! Encantado de conocerte y tenerte por aquí. Y enhorabuena por ese camino buscando y finalmente encontrando lo que deseabas 🙂
Un abrazo.
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¡Chavaaal! ¿Cómo vas con tu novela? Tengo ganas de leer algo nuevo tuyo ;). Me gustó mucho ese relato que me dejaste por correo.
Qué cuerpo me dejaste, majo.
Espero que sigamos en contacto pronto. Me gustó conocerte un poco más y hablar contigo.
Noa
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¡Ainoaaaa! Lo mismo digo, a mi también me gustó.
Imaginaba que ese relato te tocaría alguna fibra. Claro que seguimos en contacto. Un beso.
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¡Andooooni!
Escríbeme, que quiero saber algo más de ti. ¿Estás trabajando con tu novela y por eso ahora no estás actualizando tus relatos?
¿Se podría decir que se te echa de menos?
Noa
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Llevo unos días de caos, pero en cuanto me centre te escribo. La idea es subir uno o dos relatos al mes, ten en cuenta que escribo otros para certámenes y otros con intención de no publicar en el blog para editar un libro con ellos. No me da para todo 😉
Con la novela sigo, aunque la he tenido hibernando un tiempo. Ahora con el inicio del nuevo curso volveré a meterle caña.
(Me he puesto rojo con ese echar de menos 😉 prometo nuevo relato en unos pocos días)
Abrazo!
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He pasado por aqui Andoni y… no has subido más genero ¿Cuando, dime cuando cuando… saludos j re
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Je, je, je! Es cierto, llevo una temporada de mucho lío, pero en los próximos días llegarán nuevas publicaciones y alguna buena noticia 😉
Un abrazo.
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Acabo de conocerte pues es la primera vez que paso por tu blog.
Eres un pecador irreverente y solo por eso ya me has ganado jajaja
Bueno, bromas aparte, me ha gustado tu relato, mezcla de erotismo con una gran intensidad desde la primera línea. Me convierto desde ya en seguidor de tu blog. Nos leemos. Un abrazo
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De pecador a pecador:
Muchas gracias por tu visita y por el comentario. Un placer tenerte por aquí y poder disfrutar de tus escritos. ¡Abrazo!
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Estupendo relato. Lascivamente irreverente.
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Gracias, me alegra que le hayas cogido el punto a la irreverencia de este relato. Bienvenido a La caricia del gato negro, un gusto tenerte por aquí y poder leer tus escritos en la encrucijada de la frontera.
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Gracias navegamos por.las mismas aguas
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Igual que Marifa, quedé atrapada en esas letras desde el principio. Me encantó! Que el gato nos siga acariciando con cada relato
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Muchas gracias por la visita y por tu comentario Ana 🙂
Un placer tenerte en La caricia del gato negro, donde serás siempre bienvenida y recibida con ronroneos.
Un abrazo.
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Con la boca abierta me ha dejado el relato.
Nadie somos de madera y ella se entregó al que tanto deseaba no?
Genial
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Gracias, Legardi. Un placer tenerte por aquí. 🙂
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Todo esta » a su punto»… el erotismo , la ironía. la naturaleza de ser humano . Un eqilibrio muy elegante. La manera de escribir es fenomenal . Me gustas mucho.
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Menuda sonrisa me has dibujado con tus palabras. Muchas gracias por esta caricia en forma de letras.
Tú también me gustas y es un placer leerte.
Un beso.
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¡Muy bueno quillo!
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Me alegra que te haya gustado la historia de la buena de sor Isabel.
¡Un abrazo!
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Eso es lo que le falta a la religión.
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Aceptar la naturaleza y naturalidad humana, sí. 😉
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¡Muy buen relato! Encantado de este cruce de blogs… 😉
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Lo mismo digo, Luis.
Gracias y encantado de coincidir y poder leernos por aquí.
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No Andoni! Jaja! Soy Victor (como tu último relato). El poema que puse en la página del About es de Luis Rogelio Nogueras; sólo que me siento muy identificado con él.
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Jajajaja!! Ok, aclarado queda el asunto 😉
Por cierto, te darás cuenta que Víctor es, con diferencia, el nombre que más utilizo en mis relatos. Así que ya imposible volver a liarme con nombre 🙂
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ha sido genial hasta las monjas son pecadoras muy bueno y por los nombres
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Me ha encantado Andoni y me he reído bastante con la pobre sor Isabel. Siempre he creído que la castidad no tenía sentido, jeje, y en muchas ocasiones he comparado nuestro catolicismo con la fe de los predicadores americanos, por ejemplo, que están casados y tienen hijos. Según mi punto de vista eso es lo natural, y dudo que el celibato ayude a conectarse con Dios. Pero fuera de coñas, son opiniones personales sin ánimo de ofender a nadie. Un abrazo! ; )
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Amén! 🙂
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«Fue la mano de Jesús, más diestra, la que señaló el camino.» Me gusto, me parece bastante visual!!!
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Gracias Bárbara.
Un placer tu visita y descubrir tu vida en corto.
¡Abrazo y nos leemos!
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Andoni, me ha gustado muchísimo. El ritmo y cómo se va desencadenando la acción, me han enganchado desde el primer momento. Las descripciones me parecen muy buenas y visuales. ¡Enhorabuena!
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Muchas gracias por la lectura y tu comentario. Me alegra que te haya gustado.
Un placer tenerte por aquí. Abrazo.
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MAGNIFICA IRREVERENCIA…
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Gracias Christian.
Un placer encontrarnos por aquí y compartir reverencias e irreverencias.
Nos leemos.
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Tu prosa es lisa, sobria y llana… ‘como el pecho de un varón’ -que diría Machado- …así como la de Machado misma; sin adornos sobrantes, sobrados e innecesarios; sin frases inacabables que hacen perder al lector la traza del argumento. ¡Lo contrario de la mía, vaya!
De manera que tendré que merodear más a menudo al compás de estos tercios -batallones o flamencos- … por si logro reinventarme.
Y… gracias por tu atención y tu visita.
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Muchas gracias por tus palabras Al. Por lo que he leído en La nube de Oort, el tipo de artículo que escribes requiere frases más complejas para completar los análisis y reflexiones que desarrollas. Y a mi me parece muy interesante, claro y bien expresado lo que escribes. Enhorabuena por tu trabajo, es realmente estimulante.
Un placer coincidir y poder compartir nuestras letras, ideas, inquietudes, imaginarios y reflexiones.
Nos leemos.
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Bueno, Andoni; ya estamos por aquí de nuevo.
Que te decía que… si bien tus considerandos pueden tener base suficiente como para que me sirvieran de disculpa y/o consuelo, vengo observando que en muchas construcciones sintácticas que voy enarbolando… acabo perdiéndome yo mismo; principalmente debido a su larga mesura.
Por eso entiendo que… el hecho de leer a autores que saben ir al grano con sentencias breves enlazadas entre ellas entre puntos, comas o puntos y comas… (en lugar de vincularlas todas en una sola unidad de expresión)… resulta, como poco, pedagógico. Y me ha sucedido más veces. Supongo que eso me ocurre por ponerme a husmear en los blogs de literatos o poetas y poetisas; no sé qué puñetas hace uno por tales andurriales pero… a la postre suele ser donde, no solo ya más aprendo a corregir mis vicios en la génesis de mi narrativa sino que también… donde más me inspiro.
De manera pues que… tomando nota.
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Hola Al.
Al principio yo también escribía frases más largas y enmarañadas. Cuando fui consciente de ello, el primer paso fue el de corregir y reescribir. Es decir, primero escribía tal y como me salía de manera natural (frases largas) y después iba revisando el texto párrafo por párrafo buscando la forma de concretar más, puliendo las frases a su expresión más corta y clara (sin llegar a lo telegráfico). Requiere trabajo, pero los resultados llegan rápido.
Sobre la poesía, la buena poesía, es un modo de expresión que envidio, me parece muy difícil y las pocas veces que lo he intentado no he quedado contento con el resultado. Así que me centro en la prosa.
Seguiremos por aquí, leyendo, escribiendo y aprendiendo.
Saludos.
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