Ayer olvidé lo que más me gustaba del verano. Sabía que había algo que amaba por encima de todo lo demás. Cuando traté de recordar solo conseguí evocar el sabor de la sal.
Hoy recuerdo una mirada llena de amor, pero no los ojos que la proyectaban. También recuerdo un dulce aroma a perfume mezclado con sudor.
Una mujer llora, se acerca y me abraza fuerte. Las lágrimas que se deslizan de su mejilla a la mía se filtran por la barba hasta llegar a mi boca. Por un instante recuerdo el mar. Le pregunto por qué está triste y ella me dice que está perdiendo todo lo que le importa. Yo le cuento que cada día encuentro más cosas sin nombre.
Andoni Abenójar
Precioso, Andoni. 😉
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Gracias. 🙂
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Sugerente y evocador, un relato corto pero intenso. Precioso, Andoni 🙂
Un abrazo!
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Me alegra que te guste, Julia. Gracias como siempre por visitarme y comentar.
Un abrazo.
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Llegué a tu blog “de link en link”…
Tu relato una evocación salada de nostalgia positiva, si es que las nostalgias son positivas…
Me recordaste a mí misma cuando mi cuerpo aletargado se postra en la playa y pienso en lo encontrado, pero sobre todo lo que aún no encuentro.
Un abrazo a tus letras, genio.
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Que bien que tus saltitos de link en link te hayan traído hasta aquí. Bienvenida Isabella, y gracias por tus bellas palabras. Creo que la nostalgia es positiva, como la sensación de acercarse al mar, del que una vez fuimos parte (y aunque a veces lo olvidemos, seguimos siendo). Un abrazo.
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Duro y conmovedor. Muy triste, pero contado con belleza. Me encanta como se cierra el círculo y la realidad se muestra fría como un hachazo entre el amor, el dolor y la incomprensión de la nebulosa de una memoria que se desvanece.
Perfecta.
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El camino del recuerdo hacia el olvido. La vida.
Muy apreciados tus comentarios. Por positivos, también. Pero sobre todo por relevantes y por que hacen crecer al microrrelato.
Gracias.
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Una belleza! Ya tienes una seguidora más!
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Muchas gracias Noe. Un placer tenerte en La caricia del gato negro. Yo estoy descubriendo ahora mismo tu rincón 😉
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Espero que te guste mi pequeño espacio en este universo de escritura.
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Muy acogedor tu rincón, sí. Lo visitaré a menudo 🙂
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