Entró en la biblioteca y cerró la puerta antes de que la sombra alcanzase el umbral. Con la mano trazó un símbolo sobre la madera sellando el paso. Se acercó a una ventana en cuyo alféizar esperaba el gato negro, que comenzó a frotarse contra su cara. Durante aquella sutil caricia, el hombre le transmitió, en silencio, lo observado al otro lado de la puerta.
—Adelante viejo amigo —susurró— ve y cumple por última vez con tu misión. Les dimos a conocer los otros mundos. Ahora alguien debe escribir y prevenirles. Él no tardará mucho en abrir los portales.
El gato regresó a la ciudad. Él observó la enorme estantería llena de literatura fantástica. Recordó con nostalgia los inicios, cuando envió al gato negro a hacer sus primeras visitas. El joven Edgar fue el primero de muchos. En la estantería solo quedaba espacio para un libro más.
Andoni Abenójar
¡Hola, Andoni! Me gusta mucho tu blog y me alegro de que, como muchos, hayas decidido compartir tu experiencia y relatos en uno.
¿Sabes? El microrrelato podría dar mucho más de sí, pero está bastante bien así también. ¿No te ha pasado que has escrito un relato corto, o microrrelato, y te ha inspirado para algo mucho más largo? A mí me pasa a veces jeje.
En fin, me encanta tu forma de escribir y me quedaré bastante por aquí.
Muchos saludos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias por tu comentario, que quedará para la historia de este blog como el primero 😉
Tienes razón, el relato daba para más, es lo que tiene presentarlo a un certamen de microrrelatos, con los requisitos que eso conlleva. Traté de contar una historia grande en poco espacio, y aunque quedó un tanto críptico, me gustó ese halo de misterio. Iré compartiendo otros relatos por aquí, algunos así de cortos y otros largos. Si gustas, estas invitada a pasarte cuando quieras.
¡Ah! Y mucha suerte con ese libro que estás a punto de publicar. Estaré atento.
¡Bienvenida!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Por aquí estaré cada vez que publiques nueva entrada, si puedo ^^. Y gracias. En cada uno está fijarse en los detalles jaja.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Comparto tu misterioso micro. Me ha parecido muy bueno aunque, como pasa casi siempre con los micros, una se quede con ganas de más 🙂
Un saludo!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por compartir y por dar tu opinión. Sin duda los micros suelen producir ese efecto. Son pequeños pero intensos. Para cuando has empezado a leer, ya se ha terminado. Compartiré relatos más extensos para que no todo sea tan fugaz 😉
Nos leemos por aquí y en Palabras y latidos.
¡Otro saludo!
Me gustaMe gusta
El haber comenzado señalando, de alguna forma, al gran Edgar ya da buena espina a este blog. Estaré atenta a los futuros relatos. Seguro, que como este micro, serán intensos.
Saludos!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Mendiel. Era una referencia ineludible. Gran culpable junto a Ende y Tolkien de mi vieja adicción a las letras. 😉
¡Bienvenida! Y muchas gracias por pasarte y dejar tu comentario. Nos leemos.
Me gustaMe gusta
Microrelato no apto para mentes dormidas 😀
Me gustaLe gusta a 1 persona
Para leer bajo el efecto de alucinógenos. Gracias por la visita y el comentario Marla Singer. Deslízate por aquí cuando quieras.
Me gustaMe gusta
Oooooh! Si homenajeas a Edgar, ya me puedes! Maravilloso, sin duda.
Me gustaLe gusta a 1 persona
No podía ser de otro modo. Edgar fue el primero que me abrió las puertas a otros mundos.
Me gustaMe gusta
Joer, esto si que es comenzar con un par¡¡¡¡¡¡
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gatos y literatura. Una declaración de intenciones… 😉
Me gustaLe gusta a 1 persona
Reblogueó esto en Bitácoras de luna.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias por rebloguear, Teresa.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Adoré su forma de escribir. Ligera, graciosa, reflexiva, nostálgica, misteriosa. Con sabor a mentira a verdade a fantasía e a realidade.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias por tus bonitas palabras, Teresa. 🙂
Un abrazo.
Me gustaMe gusta